La directora del hospital Padilla, doctora Olga Fernández, se refirió a la actual situación respecto a accidentes de tránsito que se asisten en el efector y llamó a la conciencia de los conductores en un contexto en el que se necesita especialmente de la solidaridad de todos para tener un sistema sanitario que pueda dar respuesta a otras patologías como el Covid-19.

Fernández comentó que durante el periodo más estricto de cuarentena que se llevó adelante durante 2020 los accidentes de tránsito habían descendido considerablemente:

«Hubo meses con una baja de hasta un 65 por ciento y eso permitió descongestionar el hospital y poder tener camas disponibles en terapia intensiva para otros pacientes con diferentes necesidades, pero es una cifra que lamentablemente fue paulatinamente en aumento», dijo.

En noviembre de 2020 se llegó a registrar el mismo número de accidentes de tránsito que en noviembre de 2019. «Siempre la comparación se realiza con períodos pre-pandemia 2020. En el caso de 2021 se registró una ligera disminución en algunas semanas respecto a 2019 cuando nos manejábamos con cifras que oscilaban entre 90, 100, 110 accidentes de tránsito por semana», comentó, si bien aclaró durante las últimas semanas de 2021 la tendencia va en alza con hasta 94 accidentes semanales.

En lo que apunta a las características de estos accidentes la directiva señala que siguen ocupando el primer lugar los accidentes de moto, que revisten una estadística de aproximadamente el 80 por ciento de incidencia.

«Se puede observar un claro crecimiento de los accidentes-entre el 20 al 50 por ciento respecto a otros días de la semana- durante los fines de semana. Es de destacar que solo en el día del trabajador ingresaron a la guardia 28 pacientes víctimas de accidentes de tránsito», sostuvo, al tiempo que analizó que las salidas con falta de cuidados- el no uso de casco al subir a una moto, el consumo de alcohol o drogas al momento de manejar, ignorar la importancia del uso del cinturón de seguridad y de las normas de tránsito- influyen directamente en estos valores.

«Tuvimos que lamentar el accidente de una moto dónde viajaban 4 personas -dos adultos y dos niños- y el fallecimiento de tres de ellas hace más de un mes», reflexionó Fernández al tiempo que hizo hincapié en los riesgos que reviste trasladar a más personas de las establecidas en este tipo de vehículos.

En lo que atañe a las complejidades que implica ser el efector número 1 en la atención de este tipo de siniestros en un contexto donde se suma la pandemia, la profesional puntualizó que este año el desafío se encuentra en la necesidad de desocupar camas para la atención de pacientes Covid-19.

«Cuando empezó la primera ola el año pasado y aumentaron los casos, no tuvimos tantas complicaciones para conseguir camas y poder disponer de más salas para la atención de pacientes Covid. Hoy hay muchos pacientes que demandan la atención de otras patologías, fundamentalmente accidentes de tránsito, y eso implica que un accidentado ocupa el lugar que podría ser para una persona con alguna enfermedad, por eso es fundamental la prevención de los accidentes, el amor a uno mismo y al prójimo a quien puedo cuidar siendo responsable», reflexionó.